“Un mundo nuevo” de “El país de las cercanías”
En esa época, cuando faltaban pocos años para que terminara el siglo XIX, la gente seguía llegando de todas partes: de España, de Italia, de muchos lugares. Algunos venían porque recibían cartas en las que sus parientes les hablaban de que aquí, en el campo, las cebollas podrían tener el tamaño de una cabeza o de que las flores se extendían por las praderas. Les decían, claro, que este era un buen lugar para vivir y trabajar la tierra y, para personas que vivían mal en sus países, eso era una atracción, un llamado a la aventura o una posibilidad de alcanzar sus sueños.
Cuando el barco entró en el puerto de Montevideo, José era apenas un muchacho. Venía desde algún lugar de España y no tenía más que lo poco que cargaba en una gastada maleta de cuero. Durante el viaje, apretado en los camarotes más baratos, había conocido a gente de otras partes y escuchado toda clase de historias. Algunos decían que aquí se podía hacer buen dinero si se tenía un oficio, y es más decían que las mujeres eran muy hermosas y que incluso se ponían a conversar con un caballero desconocido en plena vereda.
A José eso le parecía una exageración, pero cuando pisó tierra y después caminó por las calles empedradas de la ciudad, quedó maravillado. Aquellas callecitas con sus faroles, las casas con balcones y muchachas, los negros, la catedral, todo tenía un aspecto que por un lado le resultaba familiar, ya que las construcciones eran de estilo europeo, y por otro le resultaba diferente, exótico. En las esquinas tanto podía escuchar a las personas hablando con su mismo acento español como en italiano o en francés o en inglés, pues había de todo.
Con el poco dinero que traía, José tomó un cuarto de pensión y muy pronto, como sabía leer y escribir, consiguió trabajo en el Telégrafo. Allí, un buen día conoció a Juliana, una joven de pelo negro como la noche y ojos verdemarinos, hija de zapatero italiano.
Era un tiempo de progreso, de grandes cambios, no solo en la ciudad, sino también en campaña. Los campos comenzaban a ser alambrados y esos rubios ingleses que habían llegado, trabajaban duramente colocando las vías de ferrocarril.
A veces, cuando hacía calor, José y Juliana se iban caminando hasta el puerto y allí, se quedaban asombrados viendo a esos locos ingleses, de pantalón corto, corriendo detrás de una especie de calabaza de cuero, dura y redonda. Era muy extraño porque los ingleses corrían y corrían y se pasaban la calabaza, hasta que alguno lograba hacerla pasar por una especie de marco. Entonces aplaudían y gritaban cosas que nadie entendía.
A los que miraban, aquel juego les parecía divertido y muchos comenzaron a practicarlo. Ese juego se llamaba football, que quiere decir “pie-balón” o “pie-pelota”.
Sin embargo, mientras la vida en la ciudad avanzaba, en el campo –donde también se extendía el progreso- algunas viejas costumbres no se perdían.
Eso sucedía con Ubaldo, un muchacho que había llegado años atrás desde Entre Ríos con sus padres y ahora trabajaba de peón en una estancia cerca de Melo. Ubaldo trabajaba para los hermanos Gomides, unos brasileños que tenían grandes estancias en la zona y se dedicaban a comprar o robar ganado y pasarlo de contrabando para el otro lado de la frontera.
Décadas después, el hijo de Ubaldo, Martín, y la hija de José, María de las Mercedes, se conocerán en una estación de ferrocarril. El mundo les parecía entonces un lugar lleno de nuevas posibilidades y si bien los problemas políticos y la violencia del país continuaban, para ellos, y también para sus padres, se había vuelto realidad aquello de que esa tierra era un lugar de promesas, de que esa tierra que algunos llamaban purpurea por la cantidad de sangre que la había regado, podría ser también un buen lugar para formar una familia.
Fuente: Berocay, R. (2001) “El país de las cercanías”. Montevideo: Alfaguara.
Conteste usando sus propias palabras:
¿Por qué venían los europeos a estas tierras?
Menciona dos elementos que trajeron los ingleses a estas tierras.
Describe la historia de Juan, incluyendo de dónde venía, cómo viajo, cuál fue su primera impresión cuando llegó a Montevideo y su primer trabajo.
¿Y la de Ubaldo?, incluyendo su origen, donde vivía y su trabajo.
¿Personas de qué países se hace referencia y de qué continente es cada país?
Identifica las diferentes actividades económicas que se nombran y anotalas.
Escribe las diferencias que encuentres entre el paisaje urbano y el rural.
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